Tras haber iniciado la carrera en 2018 y atravesado el enorme desafío de estudiar en plena pandemia, María Micaela Lucchetti y Eliana Macia recibieron sus diplomas como Licenciadas en Nutrición. En diálogo con el diario de la UCALP, compartieron sus sensaciones, aprendizajes y proyectos futuros.
Al describir el momento de recibir el título, afirmaron: “Es felicidad y cierta plenitud también. Fue un recorrido con mucho esfuerzo, que ambas compartimos y en el que pusimos mucho. Con la pandemia en el medio, que no fue poco, hubo que adaptarse, y costó también. Por eso estamos emocionadas… como esa sensación de que cuando te lo propones, se puede”.
Sobre la etapa universitaria en la facultad de Ciencias de la Salud, las ahora nutricionistas recordaron que, más allá de lo académico, el trayecto fue muy personal: “El título es buenísimo y da cuenta del recorrido, y lo sentimos como un logro personal. Como que te toca una fibra muy propia. Lo que más valoramos es el esfuerzo realizado, y lograrlo es muy gratificante”.
La pandemia, coincidieron, marcó profundamente su formación: “La carrera fue una adaptación constante, desde el primer año. Y con la pandemia, que fue muy duro para toda la sociedad, hubo que adaptarse y desadaptarse a lo nuevo. No había día, no había horario. Se perdía la noción de todo. Y, de nuestra parte, mucha responsabilidad. Eso generó mayor exigencia que pudimos sortear, con la ayuda de nuestros compañeros y compañeras, docentes y autoridades de la UCALP.”
También destacaron momentos y personas que las marcaron a lo largo de la carrera. Eliana explicó que “desde el primer año, Julia Herrera, profesora de Bioquímica, nos dejó muchísima enseñanza. Aprendimos un montón con ella. Es una gran docente y persona, muy responsable y con calidez, algo que cuando recién empezás es muy importante”.
Otra experiencia que valoraron fueron las prácticas realizadas en la salita n.º 1 de Los Hornos. Al respecto, María destacó que “nos enseñaron mucho, especialmente en el trato con la gente. Fueron muy humanas, más allá de que no eran propias de Nutrición. Aprendimos sobre la observación y sobre cómo relacionarnos con las personas, algo que es fundamental para lo que se viene”.
En relación con el acompañamiento recibido durante la carrera, expresaron: “En los primeros años éramos muchos, pero después, entre la pandemia y los recambios, el grupo fue reduciéndose. En el último tramo se formó un grupo muy lindo con estudiantes de distintos años, y eso resultó una contención muy importante. Compartimos muchos momentos, como mates y charlas que también forman parte de la experiencia”.
Actualmente, ambas están proyectando su futuro profesional. Eliana está haciendo un posgrado en nutrición basado en plantas, y también le interesan temas como la inmunidad, la microbiota y todo lo relacionado con lo digestivo y gastro. María Micaela se está preparando para rendir el examen de residencia, orientándose a la nutrición clínica.
Finalmente, dejaron un mensaje para quienes estén pensando en seguir la Licenciatura en Nutrición: “Es una carrera hermosa y muy necesaria hoy en día. Hace falta que haya profesionales con pasión y vocación, que quieran contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas desde la nutrición. Es muy linda, pero también muy amplia. No es solo dar recomendaciones o planes alimentarios. Abarca desde lo funcional de cada órgano hasta cómo interactúa con cada alimento. Y hay mucha salida laboral, no solo en consultorio, sino también en industria, investigación, epidemiología o gestión de servicios alimentarios. Hay que animarse, investigar, preguntar y dejarse sorprender”.