De la historia a la actualidad, Argentina celebra su independencia
El 9 de julio Argentina conmemora la Declaración de Independencia del país en 1816. Esta fecha marca un momento crucial en la historia nacional, ya que es cuando los representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata se reunieron en San Miguel de Tucumán para declarar la independencia de la corona española.
Es un día que nos convoca a la memoria, a la reflexión y a la celebración; un día que nos invita a recordar la gesta heroica de nuestros próceres, aquellos visionarios que soñaron con una patria libre e independiente.
Sobre el contexto internacional y regional que en 1816 influyó en la Declaración de la Independencia, el Prof. de Historia de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UCALP, Lic. Damián Stiglitz, explica que ” el contexto internacional estuvo marcado por la invasión de Napoleón Bonaparte a España en 1808. La ocupación del trono español por José Bonaparte debilitó la monarquía española, con los Borbones prisioneros en Francia. Este escenario llevó a que las colonias americanas de España comenzaran a formar juntas en nombre del prisionero Fernando VII. Aunque inicialmente estas juntas juraban fidelidad al rey, en la práctica comenzaron a tener una mayor autonomía”.
Además, explicó que “en América Latina, varios países ya habían declarado su Independencia, como Paraguay y Venezuela en 1811. En el caso de las Provincias Unidas del Río de la Plata, la declaración de independencia en principio se había planeado para 1813 durante la Asamblea del Año XIII, pero fue postergada debido a diferencias entre los grupos liderados por Carlos María de Alvear y José de San Martín. La Independencia finalmente se declaró el 9 de julio de 1816, influenciada también por el retorno de Fernando VII al trono español en 1814, lo que eliminó la excusa de que se hacía en nombre del rey prisionero y obligó a las colonias a definir una posición”.
Sobre los aspectos del Acta de la Independencia que no suelen mencionarse u omitirse en las conmemoraciones tradicionales, Stiglitz destacó que “la Declaración de Independencia en 1816 fue pensada como la Independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica. En ese momento, no existía un Estado nacional argentino tal como se conoce hoy. La entidad incluía también lo que hoy son las repúblicas de Uruguay y Bolivia, y existía un proyecto de nación sudamericana más abarcativo (las Provincias Unidas de Sudamérica). Este proyecto original fue cambiando con el tiempo, por las circunstancias histórico–políticas, hasta dar lugar al territorio de la República Argentina tal como lo conocemos hoy”.
Llegar a la Independencia no fue un camino de rosas. El profesor de Historia de la UCALP cuenta que “hubo oposiciones significativas a la Declaración de Independencia dentro de los territorios argentinos. Algunos sectores de la élite, especialmente en las provincias del interior, apoyaban a los realistas y especulaban según el avance de las batallas. Los grandes hacendados del norte y Cuyo se acomodaban a los realistas en función de sus intereses económicos, que se veían afectados por el proceso independentista. Además, el grupo liderado por Carlos María de Alvear, aunque no se oponía explícitamente a la Independencia, puso obstáculos estratégicos argumentando que no era el momento adecuado para declararla”.
Poco se habla del rol de las mujeres, quienes, más allá de no tener uno protagónico, sí fueron participes de ese momento histórico. “El rol de las mujeres en el proceso de independencia fue heterogéneo y crucial, aunque a menudo olvidado” comienza diciendo Stiglitz. “En Mendoza, durante la campaña de San Martín para liberar Chile, las mujeres jugaron un papel fundamental recaudando fondos y apoyando logísticamente al ejército. Muchas de ellas, de distintos sectores sociales, aportaron joyas y recursos, y algunas actuaron como espías o delatoras del bando realista. Figuras como Juana Azurduy o María Remedios del Valle, y otras mujeres que apoyaron moral y físicamente a los líderes independentistas, destacaron en la lucha, como es el caso de Josefa Ezcurra o Dolores Helguero con Manuel Belgrano o María Remedios de Escalada con San Martín. Después, en las campañas del norte, muchas veces quedan en el olvido o quedan simplemente como ‘la mujer de’, pero tuvieron un rol muy importante más allá de lo militar. Y estoy pensando también en Macacha Güemes, hermana del general Martín Miguel de Güemes, que también colaboró militarmente en la defensa del Norte”, finalizó diciendo el docente de la UCALP.
A 208 años de aquel momento, el 9 de Julio es un día cargado de simbolismo, un día que recuerda la importancia de la Independencia y la libertad para el pueblo argentino; reafirma el compromiso con los valores que dieron origen a la nación. Que esta nueva conmemoración sirva para que todos los argentinos reflexionen sobre su historia y miren hacia el futuro con esperanza y determinación.
Autor: UCALP