La experiencia de recibirse en cuarentena

En el día de ayer, (19 de mayo de 2020), me recibí de licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales. ¡Qué momento! Durante los días previos a la mesa, se me sucedieron una serie de recuerdos de mi paso por la Facultad: la entrada por primera vez en un aula universitaria para realizar el curso de ingreso, el encuentro con quienes serían mis compañeros, las extensas horas que pasé cursando a lo largo de este gran viaje, las lindas anécdotas que surgen de compartir el estudio con compañeros y docentes, entre otros. El iniciar una carrera universitaria es una acción muy importante, y hacerlo con 18 años, aún más porque, a esa edad, recién se está saliendo del ámbito escolar para pasar a uno completamente distinto, donde la constancia y la voluntad personal son factores fundamentales para llegar a buen puerto.

Hoy, escribiendo estas líneas y un día después de haberme recibido, puedo decir que vale la pena hacer este viaje, incierto en muchos momentos, pero sumamente fructífero y gratificante.

Y hablando de incertidumbre, el haberme recibido mediante una plataforma virtual me generó cierta ansiedad; ansiedad de querer obtener mi título, ansiedad de lo que vendrá después y, por supuesto, ansiedad de cómo sería recibirme mediante una aplicación como Zoom en medio de una pandemia. Pero debo destacar que el personal administrativo de la Facultad estuvo siempre bien predispuesto, atendiendo todas mis consultas y, sobre todo, siendo claros con los pasos a seguir para desarrollar de manera óptima la mesa de final; además, los profesores de la cátedra también fueron muy amables e hicieron del examen una situación muy amena, intentando hacer que se asemejara lo más posible a rendirlo en un aula de la UCALP: al final de la mesa, mi familia pudo estar presente y enterarse junto conmigo de la excelente noticia: había obtenido mi título de grado.

Quiero finalizar estas breves líneas agradeciendo a toda la comunidad de la Universidad por estos años compartidos, porque este viaje personal, sin la ayuda de todo un grupo de personas, no hubiese sido posible.

Rodrigo Nahuel Raton