
Vladimir Stremiz . Universidad del Norte . Barranquilla, Colombia
Viajar implica dar un salto impredecible, es movernos físicamente pero también de experiencias. Llegar a otro país no sólo involucra el hecho de estar en otro lugar que no es el nuestro, sino que también significa ponernos en contacto con maneras de ver y sentir el mundo diametralmente distintas. Los latinoamericanos somos y nos pensamos como una unidad pero, a la vez, cada país posee características propias que nos diferencian y que nos vuelven interesantes.
Colombia, en general, se destaca y se diferencia de otros países por la marcada calidez, amabilidad y buena predisposición de sus habitantes y por la variedad y diversidad de sabores, olores y experiencias que se le ofrecen al viajero que recién llega. Barranquilla, en particular, es una ciudad verdaderamente hermosa, pintoresca, organizada y me recibió de la mejor manera posible. Todos aquellos quienes hemos viajado alguna vez sabemos lo desorbitados y perdidos que nos sentimos apenas llegamos a un lugar nuevo, pero la verdad es que desde el primer día comencé a sentirme integrado y eso sólo es posible cuando las personas tienen la disposición, el humor y la convicción de hacer sentir al extranjero como parte de una misma cultura.
En la Facultad también me encontré no sólo con una Universidad muy sólida en cuanto a lo que instalaciones se refiere sino también en cuanto al nivel académico de los docentes, la intensidad de las clases, la apertura al diálogo, al debate, al encuentro con la palabra del otro. Estoy, también, más que satisfecho con el grupo humano con el que comparto mi paso por la Facultad, tanto los extranjeros como los locales son muy divertidos y siempre están dispuestos a planificar y realizar actividades de lo más variadas.
Como asignatura pendiente me queda viajar y conocer mucho más. Llegué hace no más de veinte días y, hasta ahora, tuve la dicha de conocer los paisajes de Taganga y Tayrona que son verdaderamente increíbles y de ensueño: el color del agua, la textura de la arena, el clima
Agradezco enormemente la oportunidad que me han dado, como estudiante de Ciencias Políticas, de poder estudiar un semestre en un país tan intrigante, bello y diverso como éste. Esta experiencia como estudiante de intercambio es, seguramente, una de esas que se quedan grabadas para siempre en el anecdotario de nuestras vidas y que sirven para crecer personal e intelectualmente y para conocer y contemplar otras maneras de ver el mundo.
Autor: UCALP