Testimonio de una Profesora de Teología
En mi rol de Profesora de Teología a veces me pregunto si hago bien en destinar los primeros minutos de mi clase a hacer una oración con mis alumnos, dado que muchos de ellos dicen no creer, o se fastidian en un principio. Le hice esta pregunta a una colega que me contestó: “hay que hacerlos orar por que quizás sea el único momento en que se comunican con Dios y aunque muchos no oren en voz alta, pueden hacerlo mentalmente y uno no lo sabe”. Y… tiene razón, con el paso del tiempo, he descubierto que ante mi “olvido” de comenzar la clase rezando, son aquellos estudiantes que al principio eran reticentes a orar que piden hacerlo.
Quizás no nos corresponde a nosotros ver los frutos de estos cinco minutos que le dedican a Dios, pero es mi pequeño grano de mostaza que aporto a la Evangelización.
Vale la aclaración que no obligo a los alumnos a rezar, solo se comunica con Dios el que quiere, pues somos libres, lo único que pido es que respeten ese momento de pie y en silencio junto a sus compañeros.
Otra grata experiencia es durante el mes de Octubre, en honor al mes del Rosario, les regalo a cada uno un Rosario y les enseño como rezarlo, al igual que con la oración de cada clase los estudiantes en general aceptan y participan de ese momento.
Hay que aprovechar las oportunidades que nos da Dios para Evangelizar y aunque salga un poco del programa de la materia debemos educarlos en la vida de un cristiano practico.
Aliento a todos mis colegas ha que pongan en práctica estas actividades es muy grato iniciar el encuentro educativo invitando a Dios y haciendo participar a los alumnos para que le pidan a Jesús por sus necesidades y las del resto de la humanidad. Estoy convencida que nos sorprenderemos de la cosecha cuando estemos en el Cielo.
Diana Daniela Crispiani
Autor: UCALP