Se presentó el Indicador de Integración y Desarrollo 2020 del Observatorio Socioeconómico
El Observatorio Socioeconómico de la Universidad Católica de La Plata (UCALP) publicó el último informe con datos de pobreza y estado de situación de asentamientos del Gran La Plata. Se trata del tercer relevamiento que se viene realizando desde 2018 y concentra el estudio de las más de 20 variables relevadas en la totalidad de los barrios vulnerables de la región.
Este año el informe lleva el nombre de “Indicador de Integración y Desarrollo en tiempo de Pandemia”; y arroja los resultados de varios meses de relevamiento y trabajo de campo.
La presentación se realizó a través de una videoconferencia a cargo de la Rectora de la UCALP, Dra. Rita Gajate, y la exposición del Director del Observatorio, Mgtr. Rodrigo Martín.
El trabajo realizado durante el año pasado arroja, entre otras, las siguientes conclusiones:
- Siguen creciendo año a año la cantidad de nuevos barrios populares en el Gran La Plata, a un ritmo mayor incluso que el del resto de los aglomerados del país.
- Siguen expandiéndose los asentamientos preexistentes y se se han encontrado diferentes situaciones: asentamientos que crecen en terrenos colindantes, familias que en un mismo terreno subdividen para construir otro hogar, y barrios que crecen en altura sobre el cinturón más urbanizado.
- Este crecimiento da como resultado que, en el Gran La Plata, hay 260 asentamientos donde viven aproximadamente 50.000 familias.
- Este crecimiento poblacional, sumado a los efectos de la pandemia de incremento de vulnerabilidad, ha hecho que la situación de integración y desarrollo de las familias que viven en estos barrios empeore.
- 9 de cada 10 barrios necesitan mayor integración. 7 de estos lo necesitan de forma urgente; no garantizan el derecho al hábitat y al desarrollo humano por no contar con un acceso universal y equitativo a los servicios básicos.
- 7 de cada 10 no tienen acceso seguro a la energía eléctrica. Las conexiones allí son precarias, inestables y muy peligrosas. La informalidad condiciona la convivencia de la familia, la posibilidad del trabajo, el estudio desde el hogar, etc.
- 6 de cada 10 no tienen asegurado el suministro continuo de agua potable dentro del hogar. Solo el 40 % de los hogares tienen tanque o “reservorio” de agua para consumo, el baño y para garantizar la higiene necesaria que impuso la pandemia.
- 9 de cada 10 no tienen cloacas, lo cual genera un hábitat no saludable tanto para la familia como toda la comunidad (problemas con adultos mayores, niños, aguas negras en el barrio, etc.).
- 4 de cada 10 no tiene calles perimetrales pavimentadas; ello provoca problemas de conexión urbana, transporte, problemas de basurales a cielo abierto, quemas, zoonosis, etc.
- 6 de cada 10 no tienen calles interiores pavimentadas, lo que dificulta el acceso interno de ambulancia, bomberos, camión de basura, transportes privado y público, etc.
En ese sentido, la Rectora Rita Gajate afirmó “es fundamental que la Universidad se involucre en la realidad de nuestra región. No solo desde la investigación, sino también desde la extensión y el trabajo articulado con otros actores que realizan similares trabajos al nuestro. Creemos en ese rol como Casa de Estudio”.
Por su parte, Rodrigo Martín sostuvo: “Una vez más y ya por tercer año consecutivo, tenemos un nuevo resultado para el Gran La Plata, con un agregado que alteró la mayoría de las variables: el año de pandemia. Por eso hicimos mucho hincapié en la conectividad, en la cercanía a los centros de salud y en indicadores vinculados a lo sanitario, como almacenamiento de agua con tanque o acceso a una red cloacal”.
Luego agregó: “La visibilización de los datos es apenas un eje del trabajo que venimos realizando. Lo más importante de este diagnóstico es poder aportar a la toma de decisiones y lograr acciones concretas, más eficientes y efectivas, que permitan enfocarnos con urgencia en aquellos barrios más postergados”.
Por último, concluyó: “Es imposible analizar el Indicador 2020 sin tener en cuenta el contexto. Son décadas de falencias estructurales, que ahora se revelan mucho más por el COVID y que cobran otro valor. La pandemia va a seguir mostrando y profundizando vulnerabilidades y debemos comprometernos para minimizar las heridas y el daño causado. Hoy después de tres años de trabajo y de socializar la información, logramos como comunidad tener mucha más información sobre cuántos, dónde y cómo están nuestros hermanos. Todos debemos ser conscientes y aportar colectivamente, porque no es lo mismo el aislamiento en un barrio precario que en el centro de la ciudad, no es lo mismo tener baño que no tenerlo, tener un espacio para cada miembro de la familia para aislarse que no tenerlo, etc.. Sabemos que no es lo mismo, y esto nos exige a todos a involucrarnos porque la experiencia nos arroja que el Estado solo no puede. Entre todos debemos aportar para el efectivo mejoramiento de la calidad de vida y un auténtico progreso de nosotro pueblo”.
Autor: UCALP