Referentes de distintas iglesias dialogaron sobre ecumenismo y la crisis ecológica
Referentes de distintas iglesias dialogaron acerca de ecumenismo y la crisis ecológica
Referentes de distintas iglesias dialogaron acerca de ecumenismo y la crisis ecológica

(*) Por Eduin Alexander Rincón Galarza

“El diálogo ecuménico es fundamental para desarrollar una comprensión de la sinodalidad y de la unidad de la Iglesia”.  (Documento final de la Sinodalidad, 138)

Organizada por el departamento Superior de Teología, el pasado viernes 3 de octubre se realizó en la facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UCALP, la I jornada de reflexión y oración ecuménica, en la cual participaron referentes de algunas de las iglesias que acompañan la vida de fe de los creyentes en La Plata.

Se inició dando a conocer una síntesis del Tiempo de la Creación, y la alegría de saber que no era actividad aislada, sino de comunión ecuménica global, unidos por el lema de este año “Paz con la creación”, tomando como base el texto del profeta Isaías 32, 14-18. Ese fue el telón de fondo de la jornada.

El panel de presentaciones comenzó con Oscar Blake de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, que cumple ya casi 132 años como organización formal. Con una amena exposición desde lo histórico, fue dando a conocer cómo la Iglesia metodista estuvo desde su llegada preocupada por el cuidado de la creaciónMuestra de ello es que estuvo en la creación de la sociedad protectora de animales, logrando sancionar lo que se conoce como la ley Sarmiento (1891), que actualmente es la ley 14.346 de 1954. A partir de esta ley, fueron colocando el concepto de “habitad animal”, indicando que los animales son sujetos de derechos.

De igual manera, Oscar mostró el aporte de la Iglesia Metodista en el proceso de forestación de La Plata, y además señaló el contraste que hubo entre el desarrollo ferroviario y el daño ambiental generado con la tala de árboles, principalmente quebrachos colorados.  Muchos metodistas denunciaron ese daño ambiental sin ser escuchados.

Su presentación, concluyó explicando lo que actualmente hace la Iglesia metodista en La Plata, comprometida con el cuidado integral de familias en los diferentes contextos, para proteger lo más valioso de Dios: el ser.

TEOLOGÍA, ESPIRITUALIDAD E INTERCONEXIÓN

Seguido tuvo la palabra el Pastor Paulo Siebra de la Iglesia Evangélica Luterana Unida, quien hizo el contraste entre la invitación al ecumenismo como signo de esperanza y las teologías de muerte y odio que se instalan. “Siempre son necesarios espacios como estos”, dijo refiriéndose a la jornada.

A 508 años de la reforma protestante, que se celebran en este mes de octubre, recordó que se nos invita a ver desde allí el cuidado de la creación, buscando que la iglesia se permita una autocrítica en orden a analizar ciertas teologías con un excesivo énfasis antropológico, hasta cuándo estás teologías son suficientes y hasta dónde son verdaderamente cristianas. Hemos de recordar, indica Paulo, siguiendo lo que dice el Sal 24, 1 “Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y cuantos lo habitan”. Dios es el Señor de la Creación, no sólo del ser humano. Si la teología y la práctica espiritual logra ver la interconexión del ser humano con todo el resto de la creación, logrará ver que lo que afecta a un ser afecta a toda la creación.

La creación de Dios como una interconexión de la vida y que nos corresponde a nosotros como seres humanos cuidarla, ello ya es un paso para desarmar teologías antropocéntrica, teologías de explotación, que van en contra de una teología de la creación”, postuló Paulo.

Paulo articuló la mirada de interconexión con la justicia climática y con la justicia social, recordándonos que el cambio climático está afectando a quienes más sufren; a personas, comunidades y ecosistemas más desprotegidos y que más necesitan. Lo cual, sigue Paulo, hace que “la teología sea un ejercicio interdisciplinar y tome de las demás ciencias lo que permita renovar la espiritualidad, cómo pensar el luteranismo desde todo ello”.

Enfatizando en la teología de la cruz, recordó que “no solamente la humanidad sufre, puesto que el sufrimiento de Cristo en la cruz es el sufrimiento de toda la creación”, lo cual a las personas de fe nos debe interpelar a involucrarnos de alguna forma. Generar espacios de comunidad “donde se actúe para que se cambien las realidades de injusticia social, de injusticia climática”.

Terminó su presentación señalando la relación entre la acción profética “no hay paz sin justicia” en el presente y la esperanza escatológica. Se refirió al dolor del pueblo palestino y de quienes sufren las violencias en el mundo. El anhelo de seguir buscando espacios de diálogo y trabajo junto con las demás iglesias, dar testimonio de la interconexión, el volver a una comunión con la creación en lo sencillo y cotidiano. Estos espacios son muy importantes para crecer en diálogo y acción.

TRABAJAR POR LA RECONCILIACIÓN CON DIOS, LOS SERES HUMANOS Y LA CREACIÓN

Por parte de la Iglesia Católica Apostólica Siriana de Antioquia, expuso Mons. Crisóstomo, quien haciendo memoria del Concilio de Nicea del cual conmemoramos 1700 años, centró su presentación en una exégesis ortodoxa del texto del profeta Isaías, que ha sido elegido para el Tiempo de la Creación 2025, para así comprender la profecía que allí se narra. Isaías cuyo nombre significa “Dios es salvación”, ya nos da una línea de comprensión, y permite ver que la acción profética va más allá de los límites humanos y que cuenta con la luz de Dios para saber mostrar en un contexto determinado lo que Dios quiere para el ser humano, evoca el texto de Miqueas 6, 8, llamados a trabajar por la reconciliación con Dios, con los seres humanos, con la creación: “Dios hizo al ser humano a su imagen y semejanza, así la creación sólo puede vivir en paz si retoma el camino único que es la reconciliación con Dios y consigo mismo”.

El profeta Isaías, al ser portavoz de Dios, logró mostrar el drama de lo que estaba pasando y cómo Dios interviene en la historia, con el único anhelo de reconciliación. Nos invita a ver tres momentos como comunidad: 1) “reconozcamos la fuerza de la gracia de Dios hacia la creación y la posibilidad de pecado”; 2) considerar el aprendizaje en la percepción de la Voluntad de Dios; y 3) entregarse por completo para ser realización de dicha Voluntad. Señala la importancia de recuperar la dimensión espiritual y enlazarla con la historia.

En cuanto a “la paz como la protección de Dios que se manifestará cuando envíe a su mesías”, profecía que en Cristo ha tenido su realización: “Mi paz les dejo, mi paz les doy” (Conf. Jn 14, 27). En cuanto al capítulo propio que se ha tomado para el Tiempo de la Creación, indicó “nos muestra claramente la diferencia entre la paz de Dios realizada en Cristo y la paz del mundo…mostrando las características de la paz en la creación”. Es claro que para que sea esta paz, el pueblo debe de cuidar su dimensión espiritual.

Terminó su intervención recalcando el poder del Espíritu Santo en vivir la paz que Dios anuncia para con toda la creación.

UNA MIRADA TEOLÓGICA AL ANTROPOCENO

El último expositor fue el Pbro. Lucio Florio por parte de la Iglesia Católica Romana, quien centró su presentación en la perspectiva teológica del antropoceno, abordando desde allí la crisis ecológica. Su presentación permitió ver el diálogo ciencia-religión en la actualidad. Indicó que “estamos en la sexta extinción masiva de especies, en la cual el hombre tiene una mayor responsabilidad”, de allí que ha querido acercar el concepto de antropoceno y cómo hacer una lectura creyente.

En orden a la creación, recalcó que, “es importante considerar los cambios que ha tenido la ciencia al momento de aproximarse a la historia del planeta y del cosmos”, si bien la acción humana en orden histórico es poca, en este momento no deja de ser crucial. Desde la teología, hemos de aproximarnos a ver “la tarea de administrar del plan de Dios en la historia”, citando a San Ireneo.

Nos indicó que “en este momento crucial, crítico del antropoceno”, hemos de tener creatividad para replantearnos las formas en cómo estamos viviendo.  La crisis ecológica “nos obliga a aproximarnos al aspecto amenazante del planeta”, tomando la “economía de la creación” como lo enseñaron los santos padres, invitando a hacer una puntualización en la perspectiva cristológica, haciendo memoria del concilio de Nicea, y articulando con la perspectiva biológica-evolutiva, recordar que Cristo también participó de ésta y desde allí se nos presenta el desafío de ver de otro modo lo que sucede con dicha crisis.

Culminó su exposición compartiendo un texto actualizado del relato de la creación, elaborado por el teólogo y bioquímico-genetista Arthur Peacocke, que incorpora los avances de la ciencia, consciente del lugar que ocupan los textos canónicos, pero indicando que es preciso actualizar para comprender con mayor profundidad. “El texto de Isaías se articula con un texto de San Pablo, donde nos dice que la creación gime con dolores de parto, y que la creación sufre de manera directa la intervención humana”.

En su presentación, el P. Lucio nos recordó la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco y citó: “La crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior. Pero también tenemos que reconoc