Lesiones deportivas: “un buen descanso es necesario”
Vida UCALP

Lesiones deportivas: “Un buen descanso es necesario”

A lo largo de su carrera, el deportista atraviesa un sinfín de desafíos provocados por la alta competencia, en donde el principal aliado (o enemigo) que poseen es su propio desempeño físico.

Por la notable cantidad de lesionados que se observaron recientemente en el fútbol argentino, Vida UCALP entrevistó a Omar Verón, Director de la Licenciatura de Kinesiología y Fisiatría en la Facultad de Ciencias de la Salud. Entre otras cuestiones, Omar analizó cómo repercute la falta de descanso en el cuerpo, el proceso fisiológico que se activa en los partidos en la altura y el estado de los campos de juego.

-En los últimos tiempos, se dieron muchas lesiones en el fútbol argentino, desde desgarros hasta roturas de ligamento. Como kinesiólogo, ¿por qué pensás que ocurre?

-Si vamos a lo que es deportología, el profesional tiene una presión que proviene del sponsor, por lo que, si no sale a la cancha, no lo sponsorean. Eso provoca que, aun teniendo una lesión, el jugador quiera volver a jugar lo más pronto posible. Además, el futbolista se siente importante y se cree capaz de todo, pero no se da cuenta de que a veces el cerebro quiere y el cuerpo no. Entonces, se producen este tipo de lesiones.

También, entre kinesiólogo y preparador físico, hay una trama de disputa. ¿Por qué? Porque el kinesiólogo hace poco tiempo integra los planteles de fútbol. Antes, los DT opinaban que no era necesario que el kinesiólogo estuviera en el campo de juego, porque tenía que trabajar después de la lesión, no antes.

Pero, en el otro continente, por ejemplo en la Fórmula 1, se observaba que ellos sí tenían un kinesiólogo. En el fútbol europeo también, donde el rendimiento del jugador es muy eficaz. En ambos casos, no solo trabaja cuando está lesionado, sino antes de la lesión.

-¿Influye en las lesiones que ahora se juegue más rápido?

-Cada vez son más agresivos los choques entre los jugadores que corren detrás de una pelota. Este deporte se convirtió en un riesgo, incluso pensando en las lesiones que ocurren por algunas faltas o patadas descalificadoras. Al adversario no se lo debe maltratar: tienen que usarse las técnicas del deporte, como el pase, el gol, la habilidad.

En segundo lugar, hay un tema que es la resistencia de materiales. La resistencia de materiales también está en el cuerpo humano. Vos podés exigirlo a tu cuerpo, pero en algún momento se va a romper.

-¿Por eso siempre se aclara sobre los deportistas esto de “controlar las cargas” para prevenir lesiones?

-Exacto. En ese sentido, un buen descanso es necesario. O sea, la siesta, el descansar a la noche y no de día, todo eso sirve para recargar las pilas. Cuando no ocurre, el jugador pasa de un lugar a otro sin tener ese descanso. Si en la semana, se entrena cuatro o cinco veces y ya se pasa al partido, el organismo no tiene tiempo para reponerse.

Por eso, se ven tantos desgarros totales o parciales, aunque también el estrés se produce en los huesos. Cuando tenés tus huesos en un estado que necesitan descansar y les metés presión, cualquier patada, cualquier pozo o mal movimiento te produce una fractura.

-¿Qué impacto tiene en el cuerpo del deportista competir en la altura?

-El trabajo en altura tiene toda una preparación, incluso para el DT. Cuando van a competir en La Paz o Quito, ocurre un proceso que se llama poliglobulia, que es el aumento de glóbulos rojos en sangre. O sea, le pedís a tu cuerpo que aumente el caudal de glóbulos rojos para sostener la falta de oxígeno que se experimenta en esas ciudades.

Cuando volvés de la altura, demora 120 días para que los glóbulos rojos generados comiencen a destruirse solos. Y ahí, el organismo sigue con su ritmo habitual. El cuerpo, como es sabio, se va adaptando. Pero todo este proceso, por supuesto, genera mucho desgaste.

-Considerando estas exigencias, ¿cómo planifican los kinesiólogos su trabajo?

-Un tema importante es el equilibrio. El equilibrio corporal tiene que ser manejado muy finitamente. Vos no podés entrenar en fuerza, porque no le va a servir en un partido de fútbol, porque tienen que picar, gambetear, demostrar una habilitad. Si no tenés equilibrio, no podés entrenar las habilidades.

Por eso, es tan importante la salida al campo de juego entre el kinesiólogo y el preparador físico, porque tiende a mejorar la visión sobre ese jugador. En la cancha, ves el pique, la habilidad, el gesto deportivo, cómo se para. De acuerdo a eso, entrenás diferentes situaciones para mejorar el rendimiento y evitar las lesiones.

-En la recuperación, ¿cómo influyen los factores psicológicos?

-No hay nada peor que el deportista desmotivado. O sea, si se corta el ligamento, se le plantea la duda de hasta dónde puede confiar en la rodilla. Su rendimiento no es igual, porque tuvo un proceso de recuperación, de confiar otra vez.

Y ahí hay un gran apego del kinesiólogo. Es una dualidad, porque el kinesiólogo debe darle la suficiente confianza al deportista y, a la vez, acompañarlo para que no se frustre en todas las opciones de rehabilitación.

El estado del campo de fútbol tiene mucho que ver con esto. En kinesiología se trabaja la sensopercepción, o sea, lo que emana del pie hacia arriba, porque el jugador debe tener sensibilidad muy fina en los pies para detectar cómo está apoyando su cuerpo. Y lo hace en una milésima de segundo porque el reflejo es así.

A veces, cuando está desprevenido, lleva sus articulaciones más allá del rango articular y se rompe. Los ligamentos se pueden romper. Entonces, si ensaya eso, que tiene que ver con canales que se abren en el ámbito neuronal, tiene mayores posibilidades de ajuste. Si no tienen vivo ese reflejo, los menores desniveles del campo de fútbol producen la falta de ajuste.

-Por eso es tan importante el reconocimiento previo del campo, ¿no?

-Sí, y ocurre en varios deportes, no solo el fútbol. Prueban cómo está el campo, cómo le van a pegar a la pelota, cómo se eleva. Se fijan si el pasto está bien. Todo eso hace que el cuerpo, que se maneja a nivel sensitivo ocular, vaya tomando registros del cuadro de situación, de ese campo o de ese lugar. También, esto sirve para ver cuáles son las variables que tiene la misma cancha en días diferentes. La temperatura, si hay humedad, si regaron mucho o poco el terreno. Todo eso influye.

Entonces, todas esas cuestiones que comenté hacen que la medicina deportiva, hoy en día, tenga deficiencias y no se ubique dentro del panorama de la prevención. No hay programas de prevención; hay programas que hablan de cómo rehabilitar una rodilla. ¿Para qué? ¡Hacelo antes! Es mejor abordar el proceso que lleva a las lesiones. Ahí, el trabajo de los kinesiólogos es fundamental.

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