23 de junio, Día del Olimpismo
El Día Olímpico se introdujo el 23 de junio de 1984, en la Universidad de La Sorbona de París, por Pierre de Coubertin. El objetivo era promover la práctica del deporte en todo el mundo, independientemente de la edad, el género o la habilidad atlética.
El Comité Olímpico Internacional celebró el primer Día Olímpico Mundial con nueve Comités Olímpicos Nacionales. Hoy, esta celebración ha evolucionado hasta convertirse en una fecha clave en el calendario del Movimiento Olímpico, con casi cuatro millones de participantes en todo el mundo y 150 Comités Olímpicos Nacionales.
El olimpismo es un catalizador, como un emergente de esperanza y fe en la hermandad de los hombres. Por eso, el 23 de junio no es un día más, y el mundo lo celebra.
Se tratan de un término sinónimo de valores, de aquellos que forjan el carácter, que iluminan la mente, la templanza, que sensibilizan el corazón y glorifican la victoria.
Los atletas olímpicos, todos los días, suben al podio de la vida, nos hablan de trabajo, humildad, tesón, sacrificio; en definitiva, la esencia de nuestra especie.
Los logros deportivos, que son alcanzados por atletas de todas las razas, se sostienen en estos principios, los que promovemos y perseguimos, que nos ayudan a superar situaciones límite y que hacen de nuestra lucha cotidiana una razón de existir.
El olimpismo es un estado de espíritu y la fuerza sociológica más importante que tiene la humanidad. Es por ello por lo que su objetivo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad más pacífica y comprometida con la dignidad humana.
Lic. Marcelo Etchegaray
Director de la carrera Educación Física
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